Doce años sin agua en San Dionisio del Mar, Oaxaca denuncian pobladores: “No funciona ningún pozo”

#SanDionisiodelMar #Oaxaca 4 May (#Istmopress) – “Ninguno de los cinco pozos de agua que las autoridades han construido para abastecernos sirve, ninguna funciona” denunciaron pobladores de este municipio oaxaqueño, al recalcar que de sus tuberías no cae una sola gota de ese líquido desde hace 12 años

“Sí no compramos agua, no podemos hacer nada, no hay para la comida, para bañarnos, es una tristeza que estemos viviendo en estas condiciones muy lamentables, no nos lo merecemos”, dijeron.

De acuerdo con el Censo 2020, en San Dionisio del Mar viven 5 mil habitantes, la mayoría se dedican a la pesca y otro tanto migra a los Estados Unidos. Las mujeres elaboran totopos y realizan vendimias para sobrevivir.

La falta de agua ha provocado también el desplazamiento forzado de las familias, quienes prefieren radicar en las poblaciones vecinas de Chicapa de Castro o Guamúchil ubicado a 30 minutos de distancia.

Molestos denunciaron que han pasado cuatro presidentas municipales- Teresita de Jesús Luis Ojeda – gobernó dos períodos-, Magali Martínez y actualmente Sonia Luis, quién prefirió lanzarse a la diputación federal por la Alianza PRI, PAN y PRD olvidándose totalmente de atender esta necesidad básica, tal y como lo prometió cuando fue su campaña política.

El Coneval detalla en su informe del 2015, que en Oaxaca la cobertura de infraestructura de agua potable en comunidades indígenas como la de San Dionisio del Mar, fue de 87.2%, menor al promedio nacional, lo cual significa que vivirán esta pandemia sin gozar de este líquido indispensable para su salud.

El 70 por ciento de los lugareños se dedica a la pesca, el resto a la agricultura y las mujeres elaboran totopos y hacen cinta de palma.

También hay tres pozos comunitarios y alrededor de 50 que han construido en sus patios con valor de 10 mil pesos cada uno, lo ocupa la familia y los vecinos, ha sido una forma solidaria de atender el estiaje que les lleva dos décadas.

El señor Rolando Rodríguez Noriega de 65 años de edad, todos los días abre la llave de agua esperando ver caer una gota de líquido, pero nada, ahora piensa que visibilizar esto podría llamar la atención de las autoridades

Antes de cualquier cosa, inclusive de tejer la cinta y cuidar sus gallinas, lo primero que hace es ver la cantidad de agua y hacer un balance rápido sí le alcanzará a él y a su familia para pasar el día, se ha vuelto una actividad prioritaria.

“El agua es nuestro mayor tesoro, lo valoramos más que todo, lo guardamos para no desgastarlo, racionamos el agua para bañarnos y los quehaceres de la casa, el que la desperdicia, lo paga caro”, señala Alfredo Velásquez Rodríguez.

En las más de mil 500 viviendas todas almacenan agua, conviven entre tambos y cubetas, entre plásticos llenos de líquido; los vendedores no se dan abasto, todos los días pasan a vender y se distribuyen las calles y avenidas, de norte a sur y de este a oeste

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